Carl Maria von Weber


Carl Maria von Weber (18 de diciembre de 1786 - 5 de junio de 1826 fue un compositor romántico alemán de música clásica.

Vida y obra

Nació en Eutin, una ciudad pequeña cercana a Lübeck en el norte de Alemania, con el nombre completo de Carl Maria Friedrich Ernest von Weber. Su padre era un oficial militar, que sin embargo se dedicaba a tocar el violín y su madre había cantado en los escenarios. Sus cuatro primas, hijas del hermano de su padre, eran también cantantes conocidas. Una de ellas, Constanze, se convirtió en la esposa de Mozart, con lo cual se creó un vínculo familiar entre Mozart y Weber.

Infancia

Como niño Weber tuvo una salud frágil y sufrió en especial de una dolencia de caderas congénita. Acompañó a sus padres en los numerosos viajes que hacían, y en los que su padre daba conciertos de violín. Estos viajes le sirvieron para familiarizarse con los escenarios y el público. Su padre deseaba que Weber fuese un niño prodigio, al igual que había sido Mozart, quien en aquellos años estaba atravesando la etapa final de su vida. Así, pues, Weber aprendió a cantar y a tocar el piano desde muy pequeño, a pesar de que no pudo caminar hasta los cuatro años.

En 1798 el hermano de Haydn, Michael Haydn, también músico, le dio clases gratuitas en Salzburgo, ciudad con gran tradición musical en la que la familia se había instalado. Poco después su madre murió y la familia se trasladó a Múnich. Allí Weber compuso su primera obra que fue publicada. Tomó clases de composición y de canto, y pronto comenzó a tocar el piano en público. Su padre le animó insistentemente a componer y Weber escribió varias obras que, sin embargo, no perduraron.

Tres años después la familia volvió a Salzburgo, y Weber reanudó sus estudios con el hermano de Haydn. En 1803 fue nombrado director de orquesta de Breslau, una ciudad de tamaño mediano en el este de Alemania, cuando aún no había cumplido los 18 años. En este puesto adquirió grandes conocimientos escénicos, que le convirtieron con el tiempo en el compositor con mayor dominio de las técnicas teatrales. A raíz de una ingestión accidental de un ácido utilizado en los talleres de imprenta, se estropeó la voz de tal manera que ya no pudo cantar.

Consagración

Durante los próximos años Weber tuvo diversos empleos, en los que siguió formándose. Al mismo tiempo compuso varias obras, incluidas óperas, que no obstante no tuvieron el éxito deseado. En 1811 realizó una gira de conciertos, en la que estableció amistades con varias personas influyentes. En Munich se interpretó la ópera Abu Hassan que había escrito en los años anteriores, y por fin una obra suya tuvo una acogida favorable por el público. Al año siguiente murió su padre y en 1813 aceptó el cargo de director de orquesta en Praga, donde permaneció tres años. Allí compuso algunas de sus mejores obras para piano y las interpretó con gran éxito.
De Praga Weber fue a Dresde, donde ocupó el mismo puesto de director de orquesta. Allí volvió hacia la música de ópera, y realizó diversas composiciones dentro de este género. Más adelante se puso a trabajar en su ópera más famosa, Der Freischütz (El cazador furtivo), que terminó a mediados de 1820. Se estrenó con un éxito triunfal en Berlín al año siguiente. También en Viena y en Dresde la obra obtuvo un gran éxito. No obstante, las condiciones económicas de Weber en su puesto no mejoraron por ello. Aún así, no aceptó ofertas más ventajosas en otras ciudades, ya que quiso ser fiel a sus compromisos. Escribió una segunda ópera, Euryanthe, que también cosechó una gran éxito, y compuso otras muchas de sus obras.

Traslado a Londres

Cuando ya se aproximaba el final de sus días y su salud comenzó a empeorar, Weber recibió el encargo desde Londres de componer una ópera en inglés, que sería su tercera gran obra escénica: Oberon. Se puso a trabajar de inmediato y aprendió el idioma con tal grado de perfección, que en toda la ópera se encontró un sólo error de texto. Unos meses antes del estreno se trasladó a Londres donde su salud fue empeorando durante los ensayos. Poco después de estrenarse la ópera, que fue acogida con gran éxito, Weber murió en la casa de su anfitrión, por causa de una afección pulmonar.
Además de sus tres óperas, considerados por muchos como verdaderas obras maestras de la música escénica, Weber escribió otras muchas composiciones. Son especialmente conocidas sus obras para piano sólo y para piano y orquesta, y sus dos sinfonías. Pero también compuso dos misas, ocho cantatas, numerosas canciones y otras obras de diverso carácter.

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