Félix Mendelssohn


Félix Mendelssohn Bartholdy (3 de febrero de 1809 - 4 de noviembre de 1847), compositor alemán de música clásica romántica.

Félix Mendelssohn nació en Hamburgo, hijo de un banquero y nieto del famoso filósofo Moses Mendelssohn. Su nombre completo fue Jacob Ludwig Félix Mendelssohn-Bartholdy. Cuando tenía tres años, su familia se trasladó a Berlín. Mendelssohn era un niño prodigio, que tocaba el piano con maestría y componía piezas musicales. Tuvo una profesora de piano formada en París y un profesor de composición de Berlín. A los nueve años hizo su primera aparición en público, cuando participó en un concierto de música de cámara. A los 13 años compuso su primera obra publicada, un cuarteto para piano.

En un encuentro con Goethe, el famoso escritor quedó impresionado de la forma en que Mendelssohn tocaba el piano y le dijo que si algún día estuviese triste, quisiera que Mendelssohn acudiese a verle con su música.
Su primera sinfonía la compuso Mendelssohn a los 15 años, y a los 17 su obertura "Sueño de una noche de verano", basada en la obra del mismo nombre de Shakespeare, y probablemente la obra más conocida de su adolescencia. Un año más tarde se representó por primera vez una ópera suya, aunque ya había compuesto varias con anterioridad. En 1830 escribió su obertura-concierto "Las Hébridas", que sigue siendo interpretada regularmente en la actualidad. La música está inspirada en temas escoceses, país que había visitado unos años antes. Esa misma música influyó en su tercera sinfonía, denominada "Escocesa", que Mendelssohn escribió de forma intermitente entre 1830 y 1842. Uno de sus numerosos viajes por Europa le llevó a Italia, donde se inspiró para su cuarta sinfonía llamada la "Italiana", una de sus obras más conocidas. En total escribió cinco sinfonías.

Mendelssohn compuso también dos conciertos para piano que gozan de una gran aceptación, y un concierto para violín que es una de las obras de la música clásica romántica más sobresalientes. También escribió música de cámara, entre las que se encuentra su conocido octeto para cuerdas, obras para piano sólo, y dos grandes oratorios. En estos últimos se aprecia una gran influencia de Bach, cuya música Mendelssohn popularizó ante un público todavía poco conocedor de la música barroca.
En 1842 Mendelssohn compuso música para determinados pasajes de la obra de Shakespeare "Sueño de una noche de verano", para la que ya había escrito la obertura. Una de las piezas de esta obra es la famosa "Marcha nupcial", que se sigue tocando en la actualidad en numerosas bodas. Aunque Mendelssohn no fue un compositor que influyó sobre otros de su tiempo o de épocas posteriores, su música fue muy popular en su tiempo y sigue siéndolo en la actualidad. El registro de sus composiciones comprende 72 obras publicadas en vida y 49 obras póstumas.
En los últimos años Mendelssohn tuvo una salud precaria. Parece ser que, además, la muerte de su hermana Fanny en mayo de 1847 le sumió en una profunda depresión. Pocos meses después de su hermana, Mendelssohn murió en Leipzig a los 38 años de edad.

Vida

Beethoven tenía 38 años y Schubert 12, cuando, el 3 de febrero de 1809, en Hamburgo, Alemania, nació Jacob Ludwig Félix Mendelssohn Bartholdy, una de las personalidades de mayor influencia en la vida musical de Europa de la primera mitad del siglo XIX. Al igual que Mozart, fue un niño prodigio. Nació, creció y se educó dentro de una sociedad con poderosa influencia intelectual. De ancestros judíos por línea paterna y materna. Fue hijo del banquero Abraham Mendelssohn y nieto del filósofo Moisés Mendelssohn, cuyo padre se apellidaba Mendel, de ahí el apellido Mendelssohn, que significa “hijo de Mendel”. La madre de Félix, Lea Salomón, era como el padre, de una gran cultura: hablaba varias lenguas, tocaba el piano y dibujaba de “modo admirable”, don este último que heredó su hijo.

Migraciones en la fe

Mendelssohn tuvo tres hermanos. Los cuatro hijos de la familia Mendelssohn Bartholdy, fueron bautizados y educados como protestantes, a sugerencia de un cuñado del padre, Jacob Salomón Bartholdy, quien influyó en los padres de Félix para que cambiaran de religión y adoptaran el apellido Bartholdy, con la finalidad de evitar el antisemitismo de la sociedad alemana de la época y de este modo poder desenvolverse sin problemas en ella. La educación de los hermanos Mendelssohn Bartholdy, fue muy rígida: los padres supieron crear un ambiente adecuado para el desarrollo de sus hijos, con la finalidad de que aprovecharan la gran cultura que podían darles con sus recursos económicos. Así, la familia vivía cómodamente pero sin ostentación. Un aspecto importante de la formación de los hijos, fue que se les enseñó a amar a Dios y a estar muy unidos.

Primeros estudios

Luego del nacimiento de Félix y por razones políticas y comerciales, la familia muda de residencia a Berlín. A los 6 años, el niño Félix comenzó a recibir lecciones de piano con la madre y a los 8 comenzó a estudiar composición con Zelter, éste “era un viejito gruñón, pero excelente y severo maestro”. Empleaba como base de su enseñanza musical “el clavecín bien templado” de Bach, pues admiraba y difundía entre sus alumnos las obras de este gran maestro. Gracias a su influencia,
Mendelssohn apreció la música de Johann Sebastián Bach y años después se esforzaría por difundirla entre su público. El joven músico dominó sin dificultad alguna la teoría musical a la vez que aprendía a tocar el piano. Además, no descuidaron su cultura general y le enseñaron idiomas, dibujo y pintura, por la que sintió un gran entusiasmo, baile, natación, equitación y esgrima. Pronto se convirtió en un niño prodigio; practicaba todos los géneros musicales. Podría decirse que muchas de sus composiciones de esta época sobrepasan el mero ensayo.

Un segundo Mozart

A los 9 años, Mendelssohn se presentó por primera vez en público en un concierto de cámara. A los 10 años comenzó a componer y a los 11 ya había escrito un trío para piano y cuerdas, una sonata para piano y violín, cuatro piezas para órgano, una opereta cómica en tres actos y una cantata. A los 12 compuso cinco cuartetos para cuerdas, nueve fugas, varias piezas para piano y dos operetas. A los 13, tocó en público un concierto suyo para piano. A los 14, disponía de una orquesta privada, lo que estimulaba grandemente su producción musical. Al cumplir los 15, su ópera “Los dos sobrinos” se ensayó por primera vez con orquesta; ese año terminó su décimosegunda sinfonía juvenil, que es anterior a sus cinco sinfonías conocidas; y a los 17 dirigió su primera obra maestra: la obertura de concierto “Sueño de una noche de verano”.

Weber y Goethe

En 1821 el joven Félix había visto y admirado la ópera de Weber “El cazador furtivo”; por ello, grande fue su alegría cuando este compositor se hizo amigo de su familia. La influencia de Weber fue decisiva en la vocación profesional del joven Mendelssohn. Y el talento literario de éste fue tan precoz como su genio musical. El 6 de noviembre del mismo año, su maestro Zelter lo llevó a visitar a Göethe, de 72 años, a Weimar. El joven músico luego, escribió a su madre una carta sobre el sabio poeta: “No me sorprende que la figura del anciano caballero resulte imponente, Göethe no es mucho más alto que papá, pero su aspecto, su lenguaje y su nombre, son imponentes. Su pelo no es del todo blanco, su paso es firme y sus maneras suaves, pero la fuerza de su voz es maravillosa y puede gritar como diez mil guerreros”. Mendelssohn siempre fue un niño saludable y vivaz. Su elegante figura, sus cabellos negros y rizados, sus ojos oscuros y ardientes y su sonrisa seductora, hacían que todo el mundo se encariñara con él, así como de su talento. Göethe se refería cariñosamente al niño como “mi pequeño David, que le deleita con su música cuando estoy hastiado del mundo”.

Pero Félix no fue el único músico de la familia Mendelssohn. También lo fue su hermana Fanny, quien nació “con los dedos para tocar fugas de Bach”, según propia expresión de la madre de los niños. La buena situación económica de la familia permitió que los niños recibieran una sólida cultura general. Tanto Félix como Fanny estudiaban desde las cinco de la mañana hasta las últimas horas de la tarde. Este horario riguroso era una tradición familiar desde la época del abuelo filósofo. El padre de Félix también fue exigente con su hijo, el cual, desde muy joven, como si fuera lo más natural, estudió y trabajó en sus obras con gran aplicación. Algunos entendidos atribuyen a esto que su salud de desgastara rápidamente, como la de Mozart, y muriera a la temprana edad de 38 años.

La sociedad de época, de clara tendencia paternalista, influyó grandemente en la familia de los Mendelssohn Bartholdy; así mientras al joven Félix, se le alentó, educó y apoyó en su vocación musical, cosa un tanto rara para un banquero judío, con Fanny, “por ser mujer”, no paso así. Su destino era ser una buena esposa y ama de casa. En 1829 se casó con el pintor Hensel. No obstante, Félix y Fanny, dada la férrea formación familiar, fueron un ejemplo de amor fraternal; incluso ella era mejor pianista que él y Félix siempre valoró las críticas que ella le hacía en todo sentido.

Maestro a los diecisiete años

Podría decirse que los elogios no le faltaron nunca a Félix. Su maestro Zelter, se sentía orgulloso de él. A pesar del éxito musical que tenía Félix, ya se acercaba a la edad en la cual debía optar por una carrera y el padre quería estar realmente seguro de que su hijo podía ganarse la vida como músico. Para ello, el banquero llevó a su hijo a París en la primavera de 1825, con la intención de conocer la opinión del famoso compositor italiano Luigi Cherubini. La opinión de Cherubini, no dejó dudas: “conseguirá mucho; en realidad, ya lo ha conseguido”. Félix Mendelssohn, tenía 16 años de edad. Un año después estrenó su obertura para el “Sueño de una noche de verano” de Shakespeare, y ya se le consideró un maestro. Por aquello época sólo tuvo que lamentar el fracaso de su quinta ópera “Las bodas de Camacho”, representada en un teatro de segundo orden. También en esa época, estudiaba en la Universidad de Berlín. Uno de sus maestros fue el gran pensador Hegel.

Veladas musicales en Berlín

Durante el verano de 1825 los Mendelssohn cambiaron de domicilio y se instalaron en una elegante mansión situada en las afueras de Berlín. Este lugar fue fuente de inspiración de muchas obras del joven Félix y también fue el centro social y musical de Berlín. En la parte posterior del edificio, existía un jardín de unos siete acres, que originariamente había formado parte del coto de caza de Federico el Grande. En el centro del jardín y en sitio privilegiado, había una pérgola pintada al fresco con “capacidad para varios cientos de personas”. Abierto en verano y cerrado con cristales en invierno, se convertía en teatro y salón de conciertos. A estas veladas musicales en casa de los Mendelssohn asistieron algunas personalidades más notables de la época: Humboldt, Hegel, Heyse, Moscheles, Weber, Chopin, Heine y otros.

Redescubrimiento de Bach

A los 19 años de edad, Mendelssohn compuso otra obertura “Mar en calma y próspero viaje”. Sus numerosos éxitos como pianista, director y compositor no consiguieron envanecerlo: prueba de ello son los esfuerzos que hizo para hacer conocer al público la obra de Bach, que admiraba gracias a su maestro Zelter. Félix le propuso a su maestro dirigir en público la “Pasión según San Mateo”. Por razones técnicas, Zelter consideró imposible la ejecución de esta obra, pero el ímpetu de Félix se impuso y el 11 de marzo de 1829, esta obra fue ejecutada por primera vez desde la muerte de Bach: Mendelssohn dirigió la orquesta y Zelter los coros. Desde entonces, Bach fue redescubierto para el gran público. Por aquella época predominaba la música de Haydn, Mozart, Weber, Spontini, Rossini, Gluck, Graun, Fasch y Haendel.

Viaje a Inglaterra

Tiempo después, por consejos de su padre, Félix Mendelssohn, emprendió una serie de viajes para dar a conocer su talento en otras tierras. En abril de 1829, visitó Inglaterra por primera vez y dirigió en Londres un concierto en la Sociedad Filarmónica. La ciudad le produjo al joven músico una profunda impresión: “Es impresionante, ¡es de locura!. Estoy completamente aturdido y confundido. Londres es el monstruo más grande y complicado que existe sobre la faz de la tierra”. Los músicos de la Filarmónica al principio se sorprendieron de que tuvieran que obedecer a un muchachito y no a un maduro director. El talento de Félix, pronto los hizo olvidarse de prejuicios y el concierto tuvo éxito. Los críticos aclamaron su música y su obra. Cinco días más tarde, Félix hizo su primera aparición como pianista tocando de memoria “Konzertstück” de Weber. Félix Mendelssohn escribió a sus padres: “¡Por Júpiter!, yo toco mejor aquí que en Berlín. ¿Y por qué? Porque aquí la gente muestra más satisfacción en escucharme”.

Viaje a Escocia

Una vez que hubo cautivado a toda Londres, extendió su viaje a Escocia, cuyos paisajes le inspiraron algunas de sus mejores obras: la “Sinfonía escocesa” y la obertura de concierto “Las Hébridas”, más conocida como “La gruta de Fingal”. Pero los paisajes escoceses despertaron no sólo su genio musical sino también su inspiración poética. Escribió: “Cuando Dios se pone a pintar paisajes, crea cuadros de extraña belleza”. De Escocia retornó a Londres en donde se puso a trabajar en varias obras: una pieza para órgano para el casamiento de su hermana Fanny con el pintor Wilhelm Hensel y una opereta para las bodas de plata de sus padres. Lamentablemente, un accidente de tránsito le dañó una rodilla y tuvo que guardar cama durante dos meses.

]Italia: un sueño realizado

Una vez restablecido de su accidente, retornó a sus viajes. En otoño de 1830 hizo realidad uno de sus más caros anhelos: visitar Italia. Conoció a Berlioz en Roma y a Franz Liszt en París. Pero, a donde quiera que iba, Munich, Viena, Venecia, Bolonia, Florencia, Roma, era el favorito de las reuniones y mimado por la fortuna: todo el mundo lo halagaba en exceso. Pero nunca cedió al egoísmo ni a la presunción: era noble y devoto de sus amigos. A los 21 años de edad, escribió “Sinfonía La Reforma”, y a los 22 empezó las famosas sinfonías “Italiana” y “Escocesa”. A pesar de su recargado trabajo, fue metódico con su vida. Su horario era: en las mañanas, música; en las tardes, visita a los museos de pintura; y, en las noches, bailes. En los salones de bailes, “con su elegante figura, sus largos pantalones blancos, su casaca azul y su chaleco de vistosos colores, era la luz central alrededor de la cual revoloteaban las mariposas más hermosas de la sociedad italiana”. En cierta ocasión escribió a su familia: “así es; no hago otra cosa que coquetear”. Como Franz Liszt, Mendelssohn también era enamorado de la belleza femenina, pero, a diferencia de éste, jamás incurrió en escándalo alguno.

En mayo de 1833, Mendelssohn recibió una invitación para dirigir la orquesta en el Festival de Düsseldorf. Luego del éxito obtenido, se le ofreció el puesto de “director de todos los conocimientos musicales, públicos y privados, de la ciudad, por un periodo de tres años”, con un buen sueldo. Félix Mendelssohn, ya era considerado, pues, un músico profesional. Hizo una gran labor, sin embargo, tuvo problemas con el intendente de la ciudad y prefirió dimitir “antes que someterse a intrigas y mezquindades”. Pesó en la decisión, el hecho que había recibido además, una invitación para dirigir en Leipzig; viajó a esa ciudad en 1835, para hacerse cargo de la dirección de la Gewandhaus. En noviembre de ese año, a los pocos meses de su llegada a Leipzig, experimenta la primera gran pena de su vida: la muerte de su padre a causa de un ataque al corazón.

Mendelssohn y Schumann

Poco antes de la tragedia, Mendelssohn había conocido a otro músico romántico, Robert Schumann, la amistad que entabló con este músico mitigó en algo el dolor por la pérdida de su padre y amigo. Schumann admiraba grandemente a Mendelssohn. Durante algún tiempo, fueron inseparables: Mendelssohn era el genio reconocido y Schumann el desconocido. Lejos en envidias y celos profesionales, ambos se apoyaron mutuamente; así, Schumann desde su puesto de crítico musical en un diario, escribía artículos a favor de las composiciones de Mendelssohn y éste, como director de la Gewandhaus de Leipzig, prestó su más generoso apoyo, difundiendo las obras de Schumann. La amistad de ellos parece ser que fue sincera: Schumann se regocijó mucho cuando a Mendelssohn le confieren el título honorario de doctor de la Universidad de Leipzig. Otro hecho que corrobora nuestra afirmación, es que Schumann fue uno de los primeros que felicitaron a Félix Mendelssohn con motivo de su matrimonio con Cécile Jeanrenaud, la hija del pastor de la Iglesia Francesa Reformista de Francfort.

Mendelssohn y el amor

En 1837, cuando Mendelssohn se casó con Cécile Jeanrenaud, ésta tenía 17 años y él 27. “La excepcional belleza y dulzura de su esposa moderaron los ataques de irritabilidad a los que era propenso Mendelssohn”. Bajo los cuidados de Cécile, Félix vivió uno de sus mejores y más productivos momentos de su vida. Transformó la mediocre orquesta de Leipzig en la principal organización musical de Europa. Su nombre llegó a ser una leyenda en los círculos musicales de todas partes. Músicos de todas partes acudían en peregrinación para visitar al joven músico y para “aprender de sus sabias palabras”. Centenares de ojos le seguían con gran admiración cuando, “envuelto en su capa española”, se paseaba por las calles del brazo de su amorosa Cécile. La pareja tuvo cinco niños, con los que su felicidad aumentó.

Actividad febril

Mendelssohn tendría unos 33 años y la vida le sonreía: gozaba de incuestionable prestigio e independencia económica. A diferencia de otros había cosechado muchas glorias en poco tiempo. Algo lo empujó a emprender varios trabajos a la vez, con una actividad inusual y febril. Sin abandonar su puesto en Leipzig, aceptó el ofrecimiento del rey Federico Guillermo IV de dirigir el departamento de música de la Academia de Artes de Berlín. Durantes los años de 1844 a 1844, alternó su tiempo entre Leipzig y Berlín, pero nunca se sintió a gusto en esta última ciudad. Compuso gran cantidad de obras, como el famoso “Concierto para violín”, trabajó con afán para erigir un monumento a Bach, abrió un Conservatorio de Música en Leipzig que sería famoso y dirigió y ejecutó conciertos en Alemania e Inglaterra, muchos de ellos “a beneficio” o de carácter caritativo.

El desgaste de un genio

Toda esta gigantesca tarea lo dejaría extenuado. En cierta ocasión sus admiradores casi lo asfixian al querer felicitarlo. En otra ocasión, el público le exigía repeticiones con tal insistencia, que el final tuvo que disculparse con encontrarse totalmente extenuado. Al final, tantas fatigas terminaron por mermar su salud. Sufría de severos dolores de cabeza. Por ello Mendelssohn suspendió sus actividades por un tiempo. Dejó Berlín y se retiró a Francfort. En 1845 volvió al puesto de director de los conciertos de la Gewandhaus de Leipzig, y con ello a todas sus actividades anteriores: componer, dirigir, enseñar, etc. En 1846, visitó Inglaterra por última vez. Ofreció conciertos en varias ciudades. Fue invitado a tocar en el Palacio de Buckingham, delante de la reina Victoria y del príncipe Alberto. Se le consideraba el más significativo de los compositores germanos y su influencia era enorme.

Mendelssohn volvió a Leipzig. Por recomendación médica, aceptó ayuda de otros para cumplir sus tareas; pero en mayo de 1847 murió de súbito su hermana Fanny, víctima de embolia cerebral, y el golpe que le produjo la noticia, le causó un derrame cerebral. Se restableció transitoriamente y retornó a su trabajo. Escribió algunas composiciones, dio unos pocos conciertos, pero había algo en su arte, que lo hacía diferente de sus épocas anteriores… Señaló su amigo Henry Chorley: “Cuando lo oí tocar, sentí como si me hubiera despedido para siempre del músico”. La enfermedad del músico era mental. Violentos dolores de cabeza le provocaban desvanecimientos. Antes de su recaída final, escribió una canción más: “Nachilied”. Cuando estaba enfermo de gravedad Mendelssohn, un gentío se agolpaba en la puerta de su residencia. Se publicaban boletines cada hora sobre su estado de salud. A eso de las 21H00 del día 4 de noviembre de 1847, el compositor se hallaba inconsciente, rodeado por su familia y amigos. Murió a los 38 años. Seis años después, su bella esposa lo seguiría.

Catálogo de obras

Obra orquestal

Sinfonías
N.º 1 en do menor, Op. 11 (1824)
N.º 2 (sinfonia cantata) en si bemol mayor, Op. 52 (1840)
N.º 3 («Escocesa») en la menor, Op. 56 (1830-42)
N.º 4 («ltaliana») en la mayor, Op. 90 (1833)
N.º 5 en re menor, Op. 107 (1830-32).

Oberturas

Obertura para El sueño de una noche de verano en mi mayor, Op. 21 (1826)
La cueva de Fingal o Las Hébridas en si menor, Op. 26 (1830-32)
Meeresstille und Glückliche Fahrt en re mayor, Op. 27 (1828-32)
Märchen von der schönen Melusine en mi mayor, Op. 32 (1833)
Ruy Blas en do menor, Op. 95 (1839)
Obertura en do, Op. 101.

Piano y orquesta

Capriccio brillant en si menor, Op. 22 (1832)
Concierto n.º 1 en sol menor, Op. 25 (1831)
Rondo brillant en mi bemol mayor, Op. 29 (1834)
Concierto n.º 2 en re menor, Op. 40 (1837)
Sérénade et allegro giocoso en si menor, Op. 43 (1838).
Violín y orquesta
Concierto en mi menor, Op. 64 (1844).

Varios

Trauermarsch en la menor, Op. 103 (1836)
Marcha en re mayor, Op. 108 (1841)
13 sinfonías para orquesta de cuerdas (1821-25).

Música instrumental

Piano

Capriccio en fa sostenido menor, Op. 5 (1825)
Sonata en mi mayor, Op. 6 (1826)
7 Piezas características en mi menor, si menor, re mayor, la mayor, la mayor, mi menor y mi mayor, Op. 7 (pub. 1827)
Rondo capriccioso en mi menor, Op. 14

Fantasia Op. 15

3 Fantasías en la menor, mi menor y mi mayor, Op. 16 (1829)
Romanzas sin palabras, Op. 19 (1829), Op. 30 (1833-34), Op. 38 (1837), Op. 53 (1841), Op. 62 (1843-44), Op. 67 (1843-45), Op. 85 (1834-45), Op. 102 (1842-45)

Caprices en la menor, mi mayor y si bemol menor, Op. 33 (1833-35) *6 Preludios y fugas, Op. 35 (1832-37) *Variaciones serias en re menor, Op. 54 (1841)

6 Kinderstücke, Op. 72 (1842) *Variaciones en mi bemol mayor, Op. 82 (1841) *Variaciones en si bemol mayor, Op. 83 (1841)

3 Preludios y 3 estudios, Op. 104 (1834-38) *Sonata en sol menor, Op. 105 (1821) *Sonata en si bemol mayor, Op. 106 (1827)

Albumblatt en mi menor, Op. 117 (1837)

Capriccio en mi mayor, Op. 118 (1837)

Perpetuum mobile en do mayor, Op. 119 *Otras piezas diversas.

Órgano

3 Preludios y fugas, Op. 37 (1833-37) *6 Sonatas, Op. 65 (1839-44)
Fuga en fa menor (1839)

Preludio en do menor (1841)

Andante y allegro (1844).

Música de cámara

Variaciones en si bemol mayor para dúo de pianos, Op. 83a
Allegro brillant en la mayor para dúo de pianos, Op. 92 (1841)
Dúo concertante sobre Preciosa de Weber para dos pianos
Sonata en si bemol mayor para piano y violonchelo n.º 1, Op. 45 (1838)
Sonata en re mayor para piano y violonchelo n.º 2, Op. 58 (1843)
Variaciones concertantes en re mayor para violonchelo y piano, Op. 17 (1829)
Canción sin palabras en re mayor para violonchelo y piano, Op. 109 (1845)
Sonata en fa menor para violín y piano, Op. 4 (1825)
Trío en re menor para piano, violín y violonchelo, Op. 49 (1839)
Trio en do menor para violín y violonchelo, Op. 66 (1845)
3 cuartetos en do menor, Op. 1 (1822), fa menor, Op. 2 (1823) y si menor, Op. 3 (1824-25) para piano y cuerdas
2 piezas concertantes en fa menor y re menor para clarinete, «cor de basset», trompa y piano, Op. ll3 y Op. 114 (1833)
7 cuartetos de cuerda en si bemol mayor, Op. 12 (1829), en la menor, Op. 13 (1827), en re mayor, mi menor y mi bemol mayor, Op. 44 (1837-38), en fa menor, Op. 80 (1847) y Op. 81 (1827-47)
2 quintetos de cuerda en la mayor, Op. 18 (1831) y si bemol mayor, Op. 87 (1845)
Sexteto en re mayor con piano, Op. 110 (1824)
Octeto en mi bemol mayor para 4 violines, 2 violas y 2 violonchelos, Op. 20 (1825).

Obra vocal y coral

Voz y órgano
3 piezas con solo y coro: Aus tiefer Not, Ave Maria, Mitten wir, Op. 23
3 motetes con coro de mujeres, Op. 39 (1830).
Voz y piano
12 Lieder, Op. 8 (1830)
12 Lieder, Op. 9 (1829)
6 Lieder, Op. 19a (1830)
6 Lieder, Op. 31
6 Lieder, Op. 34 (1834-37)
6 Lieder, Op. 47 (1839)
6 Lieder, Op. 57 (1839-42)
6 Lieder, Op. 71 (1842-47)
3 Lieder, Op. 84 (1831-39)
6 Lieder, Op. 86 (1826-47)
6 Lieder, Op. 99 (1841-45)
6 Dúos con piano, Op. 63 (1836-44)
7 Dúos con piano, Op. 77 (1836-47)
3 Volkslieder y otras canciones.
Coro a cappella
Cerca de 50 obras, Op. 41, 48, 50, 59, 75, 76, 88, 100, 116 y 120, compuestas entre 1834 y 1847.
Coros con orquesta
Salmo 115 para solo y coro, Op. 31 (1830)
Salmo 42 para solistas y coro, Op. 42 (1837)
Salmo 95 para tenor y coro, Op. 46 (1839)
Salmo 114, Op. 51 (1839)
Salmos 2, 22 y 43 para solistas y coro, Op. 78 (1844)
Salmo 98, Op. 91(1843)
3 motetes para solistas y coro, Op. 69 (1847)
6 Anthems, Op. 79 (1843-46)
Tu es Petrus para coro a 5 voces, Op. III (1827)
An die Künstler, Op. 68 (1846)
Kyrie Eleison para doble coro (1846)
Lauda Sion, cantata, Op. 73 (1846)
Paulus, oratorio, Op. 36 (1836)
Elias, oratorio, Op. 70 (1846)
Christus, oratorio inacabado, Op. 97 (1847).
Música de teatro
Antígona, música incidental, Op. 55 (1841)
Die erste Walpurgisnacht, Op. 60 (1842)
Sueño de una noche de verano, Op. 61 (1843)
Athalia, Op. 74 (1843)
Oedipus in Kolonos, Op. 93 (1845).

Ópera

Die Hochzeit des Camacho, Op. 10 (1825)
Die Heimkehr aus der Fremde, Op. 89 (1829)
Loreley (inacabada), Op. 98 (1847).

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